Odio cuando amanece, porque esos rayos de sol gloriosos a
la vista de todos, son cuchillos asesinos para mí, luz de mi derrota, prueba de
que te he perdido y ya no formas parte de los sueños que la intimidad de la
noche, gloriosa y sublime, me permiten sentirte, tocarte, abrazarte, besarte,
amarte como nunca lo hice y que el crepúsculo me regala dando sentido a mi
vida. El único. Tú.
Mi pequeña aportación a la antología "Inspiraciones nocturnas"
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